miércoles, 14 de septiembre de 2016

Soy anti


Soy anti-fascista!  Bieeen! OOOkeeey! Vamo´arriba!

Soy anti-nazi!  Claro!  Obvio! Natural! Aplauso, medalla y beso!

Soy anti-comunista! … … … 
Ayyy!  ¿Eso no se puede decir?   ¿Porqué?  ¿No es políticamente correcto? 

¿Cuál es la diferencia?

En mi caso, soy las tres cosas con absoluto convencimiento.
Es más, creo que lo soy por exactamente las mismas razones.
Pero para la mayoría de la gente no es lo mismo.  Y no alcanzo a comprender la diferencia… salvo que acepte que la mayoría de la gente es bastante idiota.  Y sí, posiblemente sea eso.

¿Qué decís?  ¿Qué los comunistas que conocés son gente de lo más bien?
¡Qué interesante!
¿Cómo te imaginás a un nazi moderno, hoy, en Montevideo?  ¿Con uniforme de las SS, persiguiendo judíos, negros y gitanos con una ametralladora por las calles?
No creo, seguramente se parecería más a un buen señor al estilo del senador Lorier.

Y los nazis del ´30 al ´44, ¿a qué se parecían?  ¿No había entre ellos profesores, intelectuales, artistas?  Incluso los responsables de las barbaridades perpetradas, ¿no eran buenos padres de familia, no se emocionaban con actos de grandeza, no disfrutaban de la ópera?
Es cierto que a la mayoría de los que detentaban el poder les fascinaba andar vestidos de uniforme militar, lo fueran o no.
Pero, un minuto; ¿y Stalin?, ¿y los Castro?, ¿y el esperpento que gobierna (o reina) en Corea del Norte?, ¿y todos los demás dictadores comunistas que hay y ha habido?

¿No será que no somos buenos para el análisis y la introspección?
¿Algo de hipocresía, quizá? ¿Una pizca de deshonestidad intelectual por casualidad?
Nooooo, qué va, qué pizca ni pizca, ¡una montaña!

Nos olvidamos de que el nazismo es socialismo.  NAZIonal Sozialismus.  Socialismo más otra joyita: nacionalismo.
Es socialismo que se fue para el lado de los tomates.
¿O no será que el socialismo ya está del lado de los tomates?

¿Que socialismo y fascismo son opuestos, decís?
¿Me estás tomando por tarado?  Derecha e izquierda son opuestos en la geometría, pero la política y la economía no son geometría.

¿Cómo definís fascismo?  Sin duda sus características principales son la anulación del individuo a favor del poder omnipotente e irrestricto del estado, materializado en los intereses de las corporaciones (sindicatos obreros, funcionarios, ejército y empresarios acomodaticios).

¿Y el socialismo? Anulación del individuo, poder irrestricto del estado, materializado en los intereses de la “clase trabajadora”, los funcionarios, el ejército, y también “empresarios” corruptos, aunque esos se hace como que no existen.

El socialismo y el fascismo están mucho más próximos entre sí que lo que cualquiera de ellos lo está del liberalismo capitalista democrático.
Se ha deteriorado tanto la calidad de la discusión y del pensamiento de nuestra época, se ha maniqueizado tanto la propiedad del bien y el mal, que hoy resulta muy difícil ir más allá de la asociación automática: socialismo = bueno, fascismo = malo.
La perversión ha llegado a tal grado que la asociación dialéctica se continúa así: todo lo que no es socialista (o “de izquierda”) es malo, producto de una mente enferma, enemigo del “pueblo”.
Y en ese grupo se incluye a los nazis, a los fascistas, y a los liberales democráticos, como si fuera todo lo mismo.
Me rebelo contra esta simpleza en muchos casos tonta y en muchos otros intencional y planificada.
La tercera opción, el capitalismo liberal y democrático, está en las antípodas de ambos: el socialismo y el fascismo.  Ahí sí se puede plantear una diferenciación real, porque el liberalismo capitalista y democrático se centra en el individuo y en la libertad.  Y veamos sus resultados: es el responsable de la creación del mundo moderno.  Ni más ni menos.
¿Es concebible el avance científico y tecnológico, las sofisticadas expresiones del arte que nace de la libertad de expresión, el creciente bienestar material y espiritual (*), sin los mecanismos que solo habilita un sistema de capitalismo empresario que opera sin restricciones en un mercado libre?
No es posible concebirlo en la teoría, pero como si esto fuera poco, toda la evidencia acumulada en por lo menos el último siglo lo avala.  No lo ve solamente el que no lo quiere ver.  ¿Porqué nadie conoce la obra de Friedrich Hayek? ¿O de Ludwig von Mises?  ¿O de Ayn Rand?  ¿Proscripción?  Nooo, por favor, ¿a quién se le ocurre?
¿Porqué tener un retrato de Hitler o Mussolini pegado en tu cuarto te haría perder a todos tus amigos, pero tener un retrato (EL retrato!) del Che Guevara es cool?


Me encanta ver a las mayorías de socialistas snobs viviendo inmersos y aprovechando hasta la última gota al sistema democrático liberal, en el que no creen.  Sin embargo, creo que son hipócritas pero no tontos.   Llegado el momento de tener que elegir otra patria por cualquier razón, seguro que no se van a Cuba o a la bazofia en la que el chavismo está convirtiendo a Venezuela.  Estoy convencido de que mis buenos amigos socialistas, en su fuero íntimo, lo último que querrían es que Uruguay sea de verdad socialista.  Entre los connotados socialistas uruguayos hay más de un empresario millonario, alguno que incluso fue presidente.

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