Soy anti-fascista!
Bieeen! OOOkeeey! Vamo´arriba!
Soy
anti-nazi! Claro! Obvio! Natural! Aplauso,
medalla y beso!
Soy
anti-comunista! … … …
Ayyy! ¿Eso no se puede decir? ¿Porqué?
¿No es políticamente correcto?
¿Cuál es la
diferencia?
En mi caso, soy
las tres cosas con absoluto convencimiento.
Es más, creo que
lo soy por exactamente las mismas razones.
Pero para la
mayoría de la gente no es lo mismo. Y no
alcanzo a comprender la diferencia… salvo que acepte que la mayoría de la gente
es bastante idiota. Y sí, posiblemente
sea eso.
¿Qué decís? ¿Qué los comunistas que conocés son gente de
lo más bien?
¡Qué interesante!
¿Cómo te imaginás
a un nazi moderno, hoy, en Montevideo?
¿Con uniforme de las SS, persiguiendo judíos, negros y gitanos con una
ametralladora por las calles?
No creo,
seguramente se parecería más a un buen señor al estilo del senador Lorier.
Y los nazis del
´30 al ´44, ¿a qué se parecían? ¿No
había entre ellos profesores, intelectuales, artistas? Incluso los responsables de las barbaridades
perpetradas, ¿no eran buenos padres de familia, no se emocionaban con actos de
grandeza, no disfrutaban de la ópera?
Es cierto que a la
mayoría de los que detentaban el poder les fascinaba andar vestidos de uniforme
militar, lo fueran o no.
Pero, un minuto;
¿y Stalin?, ¿y los Castro?, ¿y el esperpento que gobierna (o reina) en Corea
del Norte?, ¿y todos los demás dictadores comunistas que hay y ha habido?
¿No será que no
somos buenos para el análisis y la introspección?
¿Algo de hipocresía,
quizá? ¿Una pizca de deshonestidad intelectual por casualidad?
Nooooo, qué va,
qué pizca ni pizca, ¡una montaña!
Nos olvidamos de que
el nazismo es socialismo. NAZIonal
Sozialismus. Socialismo más otra joyita:
nacionalismo.
Es socialismo que
se fue para el lado de los tomates.
¿O no será que el
socialismo ya está del lado de los tomates?
¿Que socialismo y
fascismo son opuestos, decís?
¿Me estás tomando
por tarado? Derecha e izquierda son
opuestos en la geometría, pero la política y la economía no son geometría.
¿Cómo definís
fascismo? Sin duda sus características
principales son la anulación del individuo a favor del poder omnipotente e
irrestricto del estado, materializado en los intereses de las corporaciones
(sindicatos obreros, funcionarios, ejército y empresarios acomodaticios).
¿Y el socialismo?
Anulación del individuo, poder irrestricto del estado, materializado en los
intereses de la “clase trabajadora”, los funcionarios, el ejército, y también
“empresarios” corruptos, aunque esos se hace como que no existen.
El socialismo y el
fascismo están mucho más próximos entre sí que lo que cualquiera de ellos lo
está del liberalismo capitalista democrático.
Se ha deteriorado
tanto la calidad de la discusión y del pensamiento de nuestra época, se ha maniqueizado
tanto la propiedad del bien y el mal, que hoy resulta muy difícil ir más allá
de la asociación automática: socialismo = bueno, fascismo = malo.
La perversión ha
llegado a tal grado que la asociación dialéctica se continúa así: todo lo que
no es socialista (o “de izquierda”) es malo, producto de una mente enferma,
enemigo del “pueblo”.
Y en ese grupo se
incluye a los nazis, a los fascistas, y a los liberales democráticos, como si
fuera todo lo mismo.
Me rebelo contra
esta simpleza en muchos casos tonta y en muchos otros intencional y
planificada.
La tercera opción,
el capitalismo liberal y democrático, está en las antípodas de ambos: el
socialismo y el fascismo. Ahí sí se
puede plantear una diferenciación real, porque el liberalismo capitalista y
democrático se centra en el individuo y en la libertad. Y veamos sus resultados: es el responsable de
la creación del mundo moderno. Ni más ni
menos.
¿Es concebible el
avance científico y tecnológico, las sofisticadas expresiones del arte que nace
de la libertad de expresión, el creciente bienestar material y espiritual (*),
sin los mecanismos que solo habilita un sistema de capitalismo empresario que
opera sin restricciones en un mercado libre?
No es posible
concebirlo en la teoría, pero como si esto fuera poco, toda la evidencia
acumulada en por lo menos el último siglo lo avala. No lo ve solamente el que no lo quiere
ver. ¿Porqué nadie conoce la obra de
Friedrich Hayek? ¿O de Ludwig von Mises?
¿O de Ayn Rand?
¿Proscripción? Nooo, por favor, ¿a
quién se le ocurre?
¿Porqué tener un
retrato de Hitler o Mussolini pegado en tu cuarto te haría perder a todos tus
amigos, pero tener un retrato (EL retrato!) del Che Guevara es cool?
Me encanta ver a
las mayorías de socialistas snobs viviendo inmersos y aprovechando hasta la
última gota al sistema democrático liberal, en el que no creen. Sin embargo, creo que son hipócritas pero no
tontos. Llegado el momento de tener que
elegir otra patria por cualquier razón, seguro que no se van a Cuba o a la
bazofia en la que el chavismo está convirtiendo a Venezuela. Estoy convencido de que mis buenos amigos
socialistas, en su fuero íntimo, lo último que querrían es que Uruguay sea de
verdad socialista. Entre los connotados
socialistas uruguayos hay más de un empresario millonario, alguno que incluso fue
presidente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario